lunes, 5 de octubre de 2009

Pieza destacada 4º trimestre 2009

VASO DE PAREDES FINAS CON OFRENDA DE HUEVO DE GALLINA


Vaso. NIG: 10043

Huevo. NIG: 10044

Dimensiones vaso: Altura: 8,7 cms.

Diámetro pie: 3,5 cms.

Diámetro boca: 6 cms.

Dimensiones huevo: Longitud: 5 cms.

Diámetro máx: 4 cms.

Material vaso: Cerámica


El vaso se localizó en el mes de julio de 2009 durante unas obras de renovación bajo el subsuelo de la calle Ramiro I de Jaca. La pieza consta de un cuello cilíndrico, corto y rematado en un borde vuelto, cuerpo ovoide y fondo diferenciado. Se caracteriza por la decoración del cuerpo mediante seis líneas de ondas a la barbotina.

Se trata de un vaso de paredes finas de la forma Mayet XVIII, forma que tiene una difusión bastante reducida, circunscrita a la zona costero catalana, aunque los hallazgos en los últimos años de este tipo de piezas en Lérida y Huesca capital parecen abrir nuevos territorios de difusión. Esta de Jaca sería la más al norte de esta tipología localizada.

La fabricación de esta forma de vasos, producida en alfares industriales, tiene también una duración corta en el tiempo, reduciéndose su fabricación desde el cambio de era hasta las últimas décadas del siglo I d. C.

Este vaso tiene dos características que lo hacen singular. La primera es su aparición en un excepcional estado de conservación ya que por la delgadez de sus paredes, no en vano la familia de estos vasos se define como de “paredes finas”, las hacen muy frágiles. Por ello, una pieza completa y sin huella de desgaste por el uso, es excepcional.

En segundo lugar, otro elemento que añadir a su singularidad es que en el interior se encontraba una ofrenda: un huevo de gallina. Este hecho lleva a interpretar que se trata de un rito fundacional, de fertilidad. Era una práctica habitual realizar una serie de ritos propiciatorios que asegurasen una buena y fértil vida a los habitantes de una vivienda antes de la construcción de la casa. Estos ritos, realizados por un sacerdote, podían incluir ofrendas que se enterraban bajo uno de los muros de la misma, como es el caso que se muestra. Este tipo de rito se ha perpetuado con nuestra costumbre de colocar la “primera piedra” en edificios públicos.

El hallazgo de este vaso con su ofrenda nos indica que la vivienda bajo la cual se encontraba se construyó durante el siglo I d. C. en una ciudad, Jaca, plenamente romanizada.